miércoles, 23 de enero de 2013

K-Stell, la primera cerveza artesanal de Vila-seca


Juan José Peinado, Juan Hervás y Ariel Santmartino.
 
K-Stell es el nombre de la nueva y primera cerveza artesanal que se elabora en Vila-seca y que se presentó este fin de semana en el restaurante La Torre del Delme, en plenas fiesta mayor de Sant Antoni. La nueva cerveza se presentaba en sociedad y marcaba también así lo que podría convertirse en una tradición. Y es que, en cada fiesta del municipio, se presentará una nueva variante de K-Stell.
Los impulsores del proyecto son Juan Hervás y Juan José Peinado, gerentes de los establecimientos La Torre del Delme y El Patio de Vila-seca, y Ariel Santmartino. Se propusieron elaborar una cerveza artesanal, la primera que se ha hecho en el municipio, con la que los vila-secanos se sintieran identificados. La elaboración empezó hace meses en el obrador habilitado en La Torre del Delme, y el pasado sábado, pudieron presentarla en plena fiesta mayor y con un gran éxito de público que se acercó al restaurante para degustarla.
La marca K-Stell da nombre a dos cervezas artesanales y envasadas. La primera, más tradicional, está hecha a base de trigo, con sabor a levaduras naturales y una cata que recuerda el sabor más clásico de cerveza en el paladar. La segunda, más fuerte, es de cebada y está especialmente lupulada, con lo cual tiene unos aromas más florales y consigue una sensación amarga, intensa, en el primer trago que, poco a poco, se va suavizando.
K-Stell se empezará a servir y vender los restaurantes de Vila-seca La Torre del Delme (plaza
de les Voltes, 1) y El Patio (avenida de la Generalitat, 56) dentro de tres semanas, aproximadamente.
«Queremos ir experimentando y sondeando el gusto de los consumidores, así que iremos experimentando para conseguir versiones diferentes de la misma cerveza K-Stell», explica Juan
Hervás.
De hecho, durante el evento celebrado el pasado sábado en la Torre del Delme se sirvió cerveza con sabor a naranja y otra lupulada más tostada.
«Queremos intentar hacer una que recuerde los aromas de la naranja y la menta, otra irlandesa, belga, americana...», explicava Hervás.
En el obrador de K-Stell ya trabajan para conseguir una cerveza bien tostada que se sirva fría y en mesa, en botella de 700 cl. para maridar con menús contundentes como «una buena carne
a la brasa, por ejemplo », comidas que, de hecho, están en la carta de los dos restaurantes donde se comercializará.
K-Stell no tiene ningún tipo de componente químico, sólo ingredientes naturales. La primera fermentación se realiza en la barrica y la segunda en la botella. «Así no debemos añadir carbónico, todo es natural. Son levaduras vivas, por eso es una cerveza de aspecto denso en botella», puntualizaba Hervás.
La nueva cerveza quería encontrar algún símbolo que la identificase con el municipio donde ha nacido, Vila-seca, y con el pasado, cuando la cerveza se hacía también de forma artesanal. Sus artífices encontraron pronto un edificio emblemático en el municipio que reunía todos estos requisitos: el Castillo de Vila-seca. Así la nueva cerveza artesanal rinde homenaja al Castillo de Vila-seca, jugando con la tipografía de «K-Stell».

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