Otro elemento a destacar en el análisis de los vinos catados fue el efecto que tienen las diferentes maceraciones en el carácter, expresión y evolución del vino. Las primeras añadas de Quintà tenían una parte del vino brisada – sistema de elaboración típico de la Terra Alta que consiste en la fermentación del vino blanco como si fuese un vino negro en contacto con las pieles-. En cambio, en las últimas añadas se ha reducido el proceso de maceración.
Por otro lado, se considera una tercera variación entre los vinos, esta derivada de la fermentación y la crianza con barricas de diferentes volúmenes. Se ha pasado de barricas de 225 litros a barricas de 500 litros de forma progresiva.
Este evento celebrado en Sant Joan Despí forma parte de una serie de acciones que inicia el Celler Bàrbara Forés de catas verticales. En los próximos meses se programarán nuevas fechas para la realización de este tipo de catas y que se dedicarán al Coma d’En Pou y en el mismo Quintà.
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