martes, 15 de septiembre de 2015

Los residuos derivados de la elaboración del vino podran usarse como fertilizante





El Gobierno  catalán ha aprobado el decreto que regula la aplicación al suelo de los efluentes líquidos y sólidos producidos en las bodegas y almazaras de Cataluña, es decir, los residuos resultantes del procesado de las aceitunas para obtener aceite y de la uva para hacer vino. A partir de ahora, estas sustancias se podrán utilizar como fertilizante en tierras de cultivo. La normativa reducirá los costes de gestión de estos efluentes de un número importante de pequeñas empresas –más de 500 bodegas y más de 200 almazaras –, que son una parte fundamental del tejido económico y social en el ámbito rural de toda Cataluña y además simplificará los trámites administrativos para las empresas, según indicó el Gobierno.El uso de los efluentes debe realizarse en unas condiciones y con unos métodos que eviten los daños al suelo y a las aguas. El decreto establece las cantidades que se pueden aplicar los diferentes efluentes, las condiciones, distancias a respetar y épocas de aplicación, así como otros requisitos técnicos en su gestión y seguimiento de su aplicación que incluye un plan de controles.Así, el decreto establece la obligatoriedad de disponer de un sistema de almacenamiento suficiente para garantizar la correcta aplicación de los efluentes líquidos y fija las medidas agronómicas para su uso. Así, los efluentes sólo podrán aplicarse en tierras de cultivo que, además, no tengan una pendiente superior al 15%, a un mínimo de 100 metros de núcleos urbanos y cauces, y con una frecuencia máxima de aplicación de una vez cada dos años.

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