La Feria del Vino de Reus consiguió, el pasado fin de semana, unas cifras «difícilmente superables», según los organizadores. Durante la feria se vendieron más de 10.100 packs, que se traducen en más de 50.000 catas de vino servidas.
Más allá de las cifras, la Feria del Vino de Reus se convirtió en un éxito, no sólo por la abrumadora respuesta del público asistente y por la excelente organización que permitió una dinámica venta de tickets que quedó reflejada en el servicio de copas, sino porque el contacto directo con los bodegueros ofreció una auténtica clase magistral para todos aquellos que mostraron interés por cada uno de los vinos que pudieron probar. Y es que la Feria del Vino reunía elaboradores de las cinco Denominaciones de Origen de la demarcación (DO Conca de Barberà, DO Montsant, DO Priorat, DO Tarragona y DO Terra Alta) y también de la DO Catalunya, y exponía a sus mesas productos de todo tipo: marcas líderes, novedades o algunos de los mejor puntuados por la Guía Peñín o la conocida, Parker, entre otros ... La Feria del Vino, como gran escaparate del sector, permitió degustar vinos de bodegas grandes y pequeños y con más o menos trayectoria, y presentar algunas novedades al público. Es el caso de la Bodega Tane, un nuevo proyecto que cuenta con buena materia prima con viñas de cuarta generación en el Priorat y que sorprendía visualmente con la exposición de una de las botellas del cava que han elaborado que contiene partículas comestibles de oro. Tane, sin embargo, ofrecía en la Feria unos vinos con muy buena calidad y aceptación en el paladar. Esta bodega ha convivido este fin de semana en la Feria del Vino con otros de mayor trayectoria en su DO y otros como el Celler Carles Andreu, de larga historia, en la DO Conca de Barberà. Al frente del stand, el propio Carlos Andrés, también presidente de la DO de la zona, hacía bandera de una bodega pionero en tipificar el trepat en negro cuando sólo se usaba la variedad para cavas y rosados y destacado también por ser el primero en hacer un vino blanco de maceración carbónica. Una bodega, en definitiva, de lo que muchos han seguido su estela. Los reusenses asistentes tuvieron la oportunidad de conocer en primera persona los productos y el saber hacer de bodegas muy próximos en el territorio, como los vinos de Vinyes del Terrer de Vila-seca. La pequeña bodega, como la mayoría que había en la Feria del Vino, llevó a la plaza de la Llibertat de Reus una buena exposición de sus mejores productos que, en su caso, demuestran una apuesta clara por los vinos de calidad.Unos y otros compartían espacio con muestras vinícolas más particulares, como el del joven Celler Coca i Fitó, de la DO Montsant. El mismo Toni Coca, impulsor de este proyecto personal junto con su hermano y de amplia experiencia asesorando otras bodegas, explicaba con detalle este fin de semana a los asistentes las características de sus vinos singulares, muy elaborados y equilibrados. El contacto con los celleristes y enólogos presentes imprimió un sello de calidad a una Feria del Vino, ya consolidada, y permitió que muchos de los presentes pudieran probar con conocimiento productos como los vinos biodinámicos que alguna bodega presentaba o los que ha elaborado el Bodega Experimental del Mas dels Frares de la URV y, en definitiva, el amplio abanico de vinos que hacen de la demarcación todo un lugar de referencia en el mundo del vino.
La Feria del Vino de Reus consiguió, el pasado fin de semana, unas cifras «difícilmente superables», según los organizadores. Durante la feria se vendieron más de 10.100 packs, que se traducen en más de 50.000 catas de vino servidas.
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