Este año se han catado un total de 82 vinos, de los que predominan los negros con unas 50 muestras. Han aumentado ligeramente el número de botellar a catar y, especialmente, las referencias de vinos negros de trepat, la variedad autóctona de la comarca de la Conca de Barberà (Tarragona).
Javier Luango quiso catar primero todas las añadas de vinos negros y, justo después, pasó a los vinos negros de trepat para así compararlos con los anteriores y apreciar las diferencias y peculiaridades. Pese al incremento de vinos de trepat, Luango quiso dejar claro que "aún queda mucho por hacer con esta variedad". "Los vinos están muy bien y la variedad es fácil de reconocer en todos los vinos", añadió.
El crítico del Grupo Peñín dijo tener muy buenas impresiones con los vinos rosados. Apuntó que han experimentado una mejora considerable respecto al año anterior. Luango subrayó la buena línia que siguen los vinos blancos y destacó las semejanzas de los negros con los de añadas anteriores.
"Hay muy buena materia primera, pero aún se puede explotar más y obtener vinos más redondos", dijo para finalizar.
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